Con frecuencia, se ha pasado por alto el potencial de la milla intermedia - paso intermedio en el movimiento de las mercancías desde el principio al final de la cadena de suministro-. Sin embargo, las compañías líderes en logística, transporte y retail saben que la eficiencia en este tramo intermedio desempeña un papel fundamental en la tramitación de los pedidos, la optimización de procesos y el rendimiento de las entregas. Para ofrecer una experiencia de cliente óptima es imprescindible ejecutar los procesos de forma impecable desde la primera hasta la última milla. Esto es especialmente importante cuando los consumidores tienen grandes expectativas en torno a la disponibilidad del stock y a la eficiencia del servicio de entregas y devoluciones, aunque su presupuesto no sea elevado.

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En este artículo se aborda el panorama logístico actual,las tendencias y las problemáticas que afectan al funcionamiento de la milla intermedia.

El papel de la milla intermedia

La milla intermedia es un término de nuevo cuño que tiene un significado diferente en función del sector o ámbito empresarial. Normalmente, se refiere a las operaciones necesarias para transportar las mercancías de una instalación a otra antes del proceso de picking para el envío a su destino final. En la milla intermedia es donde se suelen producir la mayoría de los procesos de ejecución logística, como la gestión de almacén, la organización del inventario, el picking de artículos y logística outbound. Por lo tanto, puede ser un foco de problemas, pero también ofrece grandes oportunidades de optimización.

En este contexto, la primera milla se refiere a las operaciones y procesos iniciales relacionados con los traslados de mercancías dentro de la cadena de suministro, que se ponen en marcha al recibir un pedido. Entre los procesos de la primera milla (normalmente, en un almacén) se incluyen el picking, el packaging y la logística outbound. Por su parte, la última milla es la fase final del proceso de la cadena de suministro e implica todas las operaciones necesarias para coordinar y entregar los bienes físicos al cliente final o a la tienda.

Tendencias en la milla intermedia

Entre las tendencias que influyen en la milla intermedia se incluyen el crecimiento de los operadores logísticos y la logística omni-canal, el aumento de las exigencias de los clientes y las soluciones tecnológicas emergentes para aumentar la eficiencia del personal.

La rápida expansión del sector de los operadores logísticos que ejecutan las operaciones de la milla intermedia hace que aumente la complejidad de la cadena de suministro, porque es necesario controlar su gestión y también se deben cumplir unos acuerdos de nivel de servicio más estrictos. En menos de diez años, el mercado de los operadores logísticos ha crecido alrededor del 29% y se espera que tenga una tasa de crecimiento anual del 7% hasta 2027. Esto se debe en parte a la globalización, al aumento del comercio electrónico (que incluye la logística omni-canal y la logística inversa) y a que los fabricantes y retailers optan por centrarse en su área de especialización, lo que implica externalizar las operaciones de logística y distribución1 . Se espera que la facturación del comercio electrónico en Europa se duplique en los próximos años, pasando de 492.000 millones de euros en 2020 a 1,02 billones de euros en 20252. También se prevé que crezca el comercio electrónico B2B, de modo que en 2025 el 80% de todas las operaciones de ventas B2B entre proveedores y compradores tendrá lugar en canales digitales3.

En los sectores logístico y retail se están implantando cada vez más soluciones tecnológicas para mejorar la experiencia del cliente, optimizar las operaciones de transporte e impulsar la innovación. Está previsto que las soluciones de software para operadores logísticos aumenten un 6% entre 2022 y 2032. Asimismo, los principales retailers están invirtiendo en digitalización con el objetivo de crear una experiencia omni-canal óptima para el cliente y maximizar las oportunidades de venta.

Problemas que se producen en la milla intermedia

Teniendo en cuenta estas tendencias y previsiones, la milla intermedia se enfrenta a diferentes retos. En primer lugar, en un momento en que los costes aumentan (combustible, materiales, salarios, etc.), cada vez es mayor la necesidad de rapidez, precisión, eficacia y visibilidad a la hora de tramitar los pedidos. Entre las expectativas de los clientes, destacan las comunicaciones en tiempo real, la excelencia omni-canal y, a menudo, entregas y devoluciones rápidas y gratuitas. El hecho de que participen diferentes transportistas, cargadores y sistemas (incluidos los operadores logísticos), dificulta la visibilidad y el control del transporte, por lo que coordinar los sistemas para disponer de una vista unificada de la información supone una gran dificultad. Cuando los diferentes integrantes y colaboradores de la cadena de suministro trabajan de forma aislada sin disponer de información en tiempo real, normalmente toman decisiones reactivas o basadas en suposiciones. Los retrasos, la falta de datos o la información inexacta en la primera milla, dificultan el funcionamiento óptimo de la cadena de suministro.

La actual escasez de mano de obra, unida al aumento del espacio de los almacenes y al coste del combustible, también repercute en la milla intermedia. En Europa, la población activa en 2050 se habrá reducido en 95 millones de personas respecto al año 20154 , mientras que en 2023 se necesitarán 44,6 millones de trabajadores de almacén. El mercado mundial del transporte de mercancías por carretera también está en crisis; se calcula que en Europa faltan unos 400.000 camioneros5 y que alrededor del 20% de los camiones están parados6 . Los nativos digitales que se incorporan al mercado laboral no se sienten atraídos por el trabajo físico y repetitivo, mientras que el personal temporal requiere formación y en ocasiones se enfrenta a barreras lingüísticas. Sin embargo, es fundamental que las operaciones clave, como la tramitación y el envío de los pedidos, sean precisas y eficientes para que las mercancías prosigan su viaje más allá de la milla intermedia en condiciones óptimas.

También existen repercusiones en el ámbito de la sostenibilidad y los compromisos de gobierno ambiental, social y corporativo (ESG, por sus siglas en inglés). Si los procesos no se optimizan de forma eficaz, la milla intermedia contribuye a las emisiones y los residuos porque se realizan trayectos sin carga o innecesarios, y algunos productos se contaminan o caducan y acaban en vertederos. Como los consumidores exigen una mayor transparencia y procesos de tramitación más sostenibles, la eficiencia en la milla intermedia adquiere cada vez más importancia.

Oportunidades de la milla intermedia

Las organizaciones líderes son conscientes de que una milla intermedia eficiente y flexible es la clave del éxito de una estrategia omni-canal, por lo que no debe pasarse por alto. Invertir en las tecnologías adecuadas puede reducir los costes y mejorar el rendimiento para lograr:

  • visibilidad end-to-end en la tramitación de los pedidos para obtener agilidad, información completa y la colaboración de todas las partes implicadas
  • optimización de los activos y la mano de obra
  • comunicación en tiempo real y actualización del estado de los pedidos, tanto para clientes B2B como B2C
  • información sobre el inventario para reducir al mínimo la falta de existencias, los estantes vacíos y la pérdida de ventas, algo especialmente importante durante los picos estacionales
  • control de los activos retornables para evitar pérdidas y costes de sustitución innecesarios
  • informes precisos sobre el nivel de servicio y el rendimiento para innovar de forma continua;
  • resiliencia de la cadena de suministro, excelencia en la tramitación de los pedidos y mejora de la reputación

Las organizaciones líderes son conscientes de que una milla intermedia eficiente y flexible es la clave del éxito de una estrategia multicanal, por lo que no debe pasarse por alto.

La tecnología y los datos en tiempo real son clave para superar los problemas que afectan a la milla intermedia y aumentar la eficiencia. Como en las redes de distribución se aumentan los niveles de complejidad cada vez más, es fundamental que todas las partes (incluidos los operadores logísticos) capturen, unifiquen y compartan los datos a lo largo de la cadena de suministro para garantizar el control y la agilidad. Sincronizando los flujos de trabajo físicos y digitales, las partes interesadas superan las limitaciones de los sistemas que utilizan los fabricantes, retailers y operadores logísticos. Gracias al IoT, sensores, datos en tiempo real e IA, se conecta a personas, procesos, datos y mercancías, y todo ello se optimiza de forma permanente con el aprendizaje automático.

Resumen

Con una cadena de suministro cada vez más compleja orientada a satisfacer las demandas de los clientes, las tendencias mundiales y las entregas dentro de redes fragmentadas, hay numerosas partes implicadas en las diferentes fases (primera milla, milla intermedia y última milla). Aunque con frecuencia se presta mucha atención a la última milla para aumentar la eficiencia y rapidez de la tramitación de los pedidos, la milla intermedia es fundamental para proporcionar resiliencia y flexibilidad a la cadena de suministro. La tecnología y los datos en tiempo real son clave para optimizar los flujos de trabajo y maximizar la capacidad de los almacenes, la mano de obra y el transporte. Todas las partes interesadas (incluidas empresas externas) deben intercambiar los datos de eventos críticos para disponer de una única fuente de información que garantice una visibilidad end-to-end y permita enviar los productos correctos en el momento y lugar oportunos. Las tecnologías colaborativas ágiles, flexibles y escalables de última generación son esenciales para lograr una cadena de suministro conectada y colaborativa y para aumentar la eficiencia de la milla intermedia.

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